15 de enero de 2024

Fantasía de una tarde invernal

Invierno

Es el primer verdadero día de invierno de toda la temporada, aunque hace ya semanas que sobrevivimos el trayecto de las horas más oscuras del año, y llegamos de este lado a unas tardes plateadas y a nuevas marcas en el calendario. No sé por qué en estos días en que el agua se congela el aire se respira más limpio, pero es lo que sucede. Sale uno y quiere despegar hacia adentro de no ser por esa energía que infunde los pulmones, como si fuera un oxígeno más puro.

Y entonces me acuerdo de los días más fríos de mi vida: de la nieve enlodada mientras cambiaba un neumático pinchado en la Northern Boulevard; de una caminata nocturna y solitaria por la helera de Albany; de una mañana remota en que tanteaba sobre un piso congelado en el campus de la universidad a que me había ido a matricular en el Bronx, y de cómo mis zapatos chinos no servían para esa superficie. Mis rodillas temblaban, pero seguí; di el siguiente paso.

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