tag:blogger.com,1999:blog-38510987522857136772024-03-02T12:31:12.760-05:00Libro abiertoSignificado a través de la palabra escritaVíctor Manuel Ramoshttp://www.blogger.com/profile/14046691204939780722noreply@blogger.comBlogger155125tag:blogger.com,1999:blog-3851098752285713677.post-41187037185173955822024-01-15T14:53:00.000-05:002024-01-15T14:53:05.164-05:00Fantasía de una tarde invernal<div style="text-align: center;"><a data-flickr-embed="true" href="https://www.flickr.com/photos/colmilloalfa/2230756850/in/photolist-4p8di1-vrapo-84c3qB-7DfGuw-7rNqwR-qdYhqj-iAWqPz-iAVBwk-iAVTj1-9pKbNU-vrasJ-vraCD-vraFb-vrayy-vravJ-27cWT8-6HH9so-7Bb8SU-22j9DXE-2mZLPxu-RcBTkd-2poYeC3-2ky5q7D-2ky45e3-dVjRSG-4nZtDm-dSc8CX-7wWgaB-fM4HNW-ke7VGH-okNiuU-dMmCLP-fM4NUY-2mnP6gR-2o8mtMv-5c412T-2kqJVxL-2n2rHqh-5LjGQD-47fACk-6HD4PX-4e79Dz-2mkk5Jd-B99LPe-fM4Lkf-vBGwAH-2mr8SQk-JmqmsP-8nV2Xa-2kBG1gh" title="Invierno"><img alt="Invierno" height="332" src="https://live.staticflickr.com/2152/2230756850_9b8ababf59.jpg" width="500"></a></div><div><br></div>Es el primer verdadero día de invierno de toda la temporada, aunque hace ya semanas que sobrevivimos el trayecto de las horas más oscuras del año, y llegamos de este lado a unas tardes plateadas y a nuevas marcas en el calendario. No sé por qué en estos días en que el agua se congela el aire se respira más limpio, pero es lo que sucede. Sale uno y quiere despegar hacia adentro de no ser por esa energía que infunde los pulmones, como si fuera un oxígeno más puro.<br><br>Y entonces me acuerdo de los días más fríos de mi vida: de la nieve enlodada mientras cambiaba un neumático pinchado en la Northern Boulevard; de una caminata nocturna y solitaria por la helera de Albany; de una mañana remota en que tanteaba sobre un piso congelado en el campus de la universidad a que me había ido a matricular en el Bronx, y de cómo mis zapatos chinos no servían para esa superficie. Mis rodillas temblaban, pero seguí; di el siguiente paso.<div><br><span></span></div><a href="https://victormanuelramos.blogspot.com/2024/01/fantasia-de-una-tarde-invernal.html#more">Seguir leyendo »</a>Víctor Manuel Ramoshttp://www.blogger.com/profile/14046691204939780722noreply@blogger.com2New York, NY, USA40.7127753 -74.005972812.402541463821152 -109.1622228 69.023009136178842 -38.849722799999995tag:blogger.com,1999:blog-3851098752285713677.post-75339073484316757542023-09-16T08:42:00.023-04:002023-09-16T08:56:50.334-04:00Buscando finales felices<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: right;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjenpTA99-ajR9L1AYOfXrTpuPRaR3ozsvjzo_-n_mpgpsQ9Yk6cWZ8oH6D1DvozPmmG6gp9T5BzwsNEbPX2fyuopld5A9avFB1Q6-8-26xYiZMvsW65W1Ez86Ggn_NStAOYlmyVy8qJopK9w7B1rKSVz8TA2qiYcd5HWX3n04a5w9XwsTE11a0iDbA8FNS/s720/576px-Ernest_Hemingway_and_Henry_Strater,_Bahamas,_1935.jpg" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img alt="Ernest Hemingway mirando un pez vela" border="0" data-original-height="720" data-original-width="576" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjenpTA99-ajR9L1AYOfXrTpuPRaR3ozsvjzo_-n_mpgpsQ9Yk6cWZ8oH6D1DvozPmmG6gp9T5BzwsNEbPX2fyuopld5A9avFB1Q6-8-26xYiZMvsW65W1Ez86Ggn_NStAOYlmyVy8qJopK9w7B1rKSVz8TA2qiYcd5HWX3n04a5w9XwsTE11a0iDbA8FNS/w256-h320/576px-Ernest_Hemingway_and_Henry_Strater,_Bahamas,_1935.jpg" title="Ernest Hemingway mirando un pez vela" width="256"></a></div>Puede un hombre que haya sufrido las aventuras de un caballero triste entregarse aún a las más quijotescas aventuras con conocimiento de causa de la mofa que recibirá y del final patético que le espera. Puede una mujer que haya muerto dos veces, una arrojándose a las vías con Anna Karenina y la otra con el trago amargo de Emma Bovary, entregarse con toda pasión a la intimidad más arriesgada. Siguen saliendo hombres tras la caza de la ballena de Moby Dick o el marlin que el viejo Santiago ató a su bote, a saber de que sería carne para tiburones.<div><br></div><div>Y siguen muchos enamorados sin voluntad gritando a la maga, perdidos en sus laberintos de memorias y palabras sin trama. Otros luchando toda una vida para comprar aquella propiedad cerca de la bahía y ver la luz verde al otro lado del agua, muy cerca pero siempre inalcanzable en otros sentidos: porque la luz no se puede capturar; por eso.</div><div><br></div><div><span></span></div><a href="https://victormanuelramos.blogspot.com/2023/09/buscando-finales-felices.html#more">Seguir leyendo »</a>Víctor Manuel Ramoshttp://www.blogger.com/profile/14046691204939780722noreply@blogger.com6tag:blogger.com,1999:blog-3851098752285713677.post-41371294309495219292023-07-06T02:02:00.012-04:002023-07-06T22:32:39.318-04:00Eileen Chang y la 'irrazonable realidad'<div style="text-align: right;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjRMaPkQS5r85bzJ1v8hiwHpZ1M9FQXMLVqB-h8dhhh5SkYjUeAdJN_cQTBN1DpVpGmOlkoItrrmgln7p342Q6mpff1ztC3GdzxKyGwrBuhYO-I9tkpP8WOxs7LGJ4Y7ipzN_D0WRrd78WeP9Z0ListeFcaUuvfHTWWfLqIt0ByLzWrxcaz3fT-9d8I0y2F/s733/Zhang_Ailing_1954.jpg" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em; text-align: center;"><img alt="Eileen Chang, fotografiada en Hong Kong en 1954" border="0" data-original-height="733" data-original-width="591" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjRMaPkQS5r85bzJ1v8hiwHpZ1M9FQXMLVqB-h8dhhh5SkYjUeAdJN_cQTBN1DpVpGmOlkoItrrmgln7p342Q6mpff1ztC3GdzxKyGwrBuhYO-I9tkpP8WOxs7LGJ4Y7ipzN_D0WRrd78WeP9Z0ListeFcaUuvfHTWWfLqIt0ByLzWrxcaz3fT-9d8I0y2F/w258-h320/Zhang_Ailing_1954.jpg" title="Eileen Chang, fotografiada en Hong Kong en 1954." width="258"></a></div>En un período en que no podía viajar a ninguna parte, yo caminaba por las calles de Hong Kong en una tarde de primavera en que ciertas azaleas apasionadas asaltaban los sentidos con su rojiza intensidad, "quemándolo todo".<br><br>De pronto me adentraba en un mundo antiguo y nuevo a la vez, otro presente trastocado por el rumor de una guerra y una realidad que existía en la incertidumbre de la influencia colonial.<br><br><div>Caminaba yo tras los pasos de una muchacha de provincia que buscaba un mejor presente bajo el auspicio de una tía, y el personaje me llevaba hacia el interior de una casa, donde abría un armario y descubría como seguía existiendo en su contenido la China de otros tiempos a la sombra del progreso:<br></div><div><blockquote>"El aire del pasado distante estaba allí -- decoroso, lánguido, desatado del tiempo. En ese armario no había una mañana brillante y clara como la que existía fuera de la ventana, con su pasto de verde plano, la cara muda y asustada, las cáscaras de maní en la comisura de la boca... toda esa sucia, complicada, irrazonable realidad".</blockquote>Sabía yo que me enganchaba en una lectura que no podría soltar con los cuentos recopilados de Eileen Chang (o más precisamente, Zhang Ailing), una escritora grandemente desconocida en este lado del mundo que nos da por llamar Occidente. </div><div><br></div><div>Ella vivía en ese mundo de la China amenazada por la guerra y la colonización y navegaba entre las culturas que chocaban entre tierra firme, islas y lugares distantes, viviendo en Hong Kong y en Shanghai en distintas etapas de esos conflictos, escribiendo en chino y en inglés. Se trasladó a Estados Unidos después de la Segunda Guerra Mundial y de alcanzar cierto éxito como escritora en Taiwan. Murió en Los Ángeles, mayormente desconocida del lado del Pacífico.</div><div><br></div><div><span></span></div><a href="https://victormanuelramos.blogspot.com/2023/07/eileen-chang-y-la-irrazonable-realidad.html#more">Seguir leyendo »</a>Víctor Manuel Ramoshttp://www.blogger.com/profile/14046691204939780722noreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-3851098752285713677.post-67346348208534121812023-06-02T11:36:00.010-04:002023-06-02T12:00:03.084-04:00Robarse el fuego<div>Estos días tengo que huir de todas mis obligaciones y del escritorio que una vez compré y armé con la esperanza de que sería el lugar de mis imaginaciones. Hay muchos asuntos de trabajo allí; mucha correspondencia abierta y sin abrir; muchos cables de computadora, impresora, monitor, bocinas, y el polvo que se acumuló entre ellos y sobre los libros que no leí en más de dos años de trabajo remoto por la pandemia.</div><div><br></div><div>Los asuntos prácticos se interponen: primero, hay que ser responsable y pagar las cuentas, desempolvar las superficies, organizar los libros, contestar las llamadas a mi mamá (siempre hay una emergencia que en realidad no es nada), y luego estoy cansado y necesito una siesta, y cuando despierto la casa está llena de gente, oigo los debates en la televisión y mejor me voy a cortar el pasto, que ya eso empieza a parecer un terreno baldío para criar becerros.</div><div><br></div><div><span></span></div><a href="https://victormanuelramos.blogspot.com/2023/06/robarse-el-fuego.html#more">Seguir leyendo »</a>Víctor Manuel Ramoshttp://www.blogger.com/profile/14046691204939780722noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-3851098752285713677.post-84708102697521338812023-03-12T11:35:00.003-04:002023-03-12T15:49:31.483-04:00Crítica de la tilde diacríticaAcababa de terminar yo de revisar una colección de cuentos en español en que me aseguraba, entre otras cosas, de que las tildes estuvieran bien puestas, cuando me enteré por el titular que circuló en los medios de que la Real Academia de la Lengua Española despenalizaba el uso del acento diacrítico en palabras como el adverbio "sólo" y en los pronombres demostrativos.<br><br>Aquella noticia me hizo recordar conversaciones que tuve con otros que hilamos palabras y oraciones en la lengua de Cervantes, García Márquez, Fuentes y Cortázar (por poner algunos ejemplos) cuando se anunció el cambio de regla en 2010, unos que defendíamos el uso de esas tildes para distinguir entre distintos usos de la misma palabra y otros, los menos, que estaban a gusto con eliminarlas en esos casos.<br><br>Mi parte en esto era bien simple. Para citar un conocido refrán norteamericano: ¿Para qué arreglar lo que no estaba roto? Pero se encontraba también este otro asunto práctico del impacto inmediato de un cambio tan fundamental en la lengua escrita —muchísimos libros del español actual, y particularmente aquellos del reino de la expresión literaria en que el uso de variados pronombres y adverbios sería más frecuente, se volverían inmediatamente anticuados y tendrían que ser revisados y reimpresos en los siguientes años. Además, hay situaciones en las que la tilde ayuda a distinguir instantáneamente entre una palabra y la otra y este cambio parecía más motivado por consideraciones académicas de muy particular interés que por algún asunto evidente en la evolución del idioma.<span></span><div><br><span></span></div><a href="https://victormanuelramos.blogspot.com/2023/03/critica-de-la-tilde-diacritica.html#more">Seguir leyendo »</a>Víctor Manuel Ramoshttp://www.blogger.com/profile/14046691204939780722noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-3851098752285713677.post-26396055363070131322023-01-04T14:04:00.008-05:002023-01-05T07:21:05.007-05:00Las campanadas de Notre Dame<div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://flic.kr/p/zotXFv" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;" target="_blank"><img alt=""Chimera", fotografía de Steve Begin, reproducida con licencia de Creative Commons." border="0" data-original-height="600" data-original-width="800" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhbGvLZRjXbDfTiYzUSB4FlTivXdy42ul7mCyUKDCrDyhEzFc6xhcHoL2WzFnLbet__4bMrrk_mX_6vcBeQHf8X7BrS7a7WDbgCz2dgdqQ1gH_8ITTBYmm6GvTRqrcethIa0zxl6znr2yHpJYTI97EPAFaiGPfqjD4ZLB4XaerLB2jRC6dpGXLn3BtDbw/w400-h300/01042023--Chimera-Steve-Begin-creative-commons-21914191591_2a88e68f1e_c.jpg" title=""Chimera", fotografía de Steve Begin, reproducida con licencia de Creative Commons." width="400"></a></div><br>Dirán muchos que la gracia de leer una buena obra de ficción es que, a pesar de las terribles vicisitudes que enfrentan los héroes de una historia, el final restaura el orden y salva la ilusión que tanto deseamos los mortales: y fueron felices y comieron perdices. Esa es por lo menos la estructura en trama tras trama de las comedias livianas que favorece nuestra época, historias en las que todo estará bien. Esa no era para nada la idea que tenía en mente Víctor Hugo al escribir Notre-Dame de Paris.</div><div><br></div><div>Lo que Hugo tramaba cuando a sus veintiséis años se encerró con un tintero a escribir esta novela era una tragedia, aunque su voz narradora, hacia el final del libro, desestima el género como “el propósito más vano de todos”. ¿Una de sus estratagemas de escritor, quizás?</div><div><br></div><div>Yo terminé el año que acaba de concluir apurado en hora tras hora de lectura tratando de llegar al final de esta ficción que al principio me pareció pesada y difícil de leer y luego se volvió fastidiosa y hasta odiosa, cuando llevaba cientos de páginas dobladas y no llegábamos al meollo de la cuestión. Pero la última cuarta parte de esta novela fue otra cosa, porque lo toma a uno por asalto después de haber tendido trampa tras trampa en las primeras partes del texto para hacer eso posible. Hay que tener paciencia para saber sufrir este libro.</div><div><br></div><div>Me había propuesto en la última semana de 2022 que, en vez de empezar el siguiente año con algunos de esos propósitos vacuos de cambiar quien soy de una vez por todas, iba a terminar algo que había empezado (mi resolución de año viejo, le llamé), y el libro estaba ahí, languideciendo desde finales del verano en mi mesita de noche. ¿Qué tan difícil podría ser? Había visto la película animada hace muchos años y ya sabía cómo iba la historia.<span></span></div><a href="https://victormanuelramos.blogspot.com/2023/01/las-campanadas-de-notre-dame.html#more">Seguir leyendo »</a>Víctor Manuel Ramoshttp://www.blogger.com/profile/14046691204939780722noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-3851098752285713677.post-75183825940243191092022-08-23T01:49:00.001-04:002022-08-23T01:50:30.062-04:00Escena de terror<a data-flickr-embed="true" href="https://www.flickr.com/photos/joseanprado/1322145110/in/photolist-6adDTf-4LwgPD-55tGqP-4BEMWP-a7YVE-54YPGe-4otG5k-6du5te-6Up8YJ-6L2Gv2-8nKaYb-8mNBfk-8AVqRP-8xke3f-aeiwH-34QmkM-8nMDtX-4p6KeP-8puD6G-6bfMLi-7iH3nX-5UD1h-6KAXwr-4dCu1k-8p8wCM-8zi3Bo-8FGRS2-37bfER-aTshq-4rtcgK-2YAejF-4rbGcc-bKdY2-6Ry6tK-2ZdvNg-32WJft-9mikJ-bbBoe-asHKS-9U9Bm-31QkFm-cRbLp-a7Y5h-4nyESA-4r3hhK-4r3hdZ-MFuf94-NfRSrh-N8L7x5-N9uSbS/" title="304 - Ondas"><img alt="304 - Ondas" height="375" src="https://live.staticflickr.com/1392/1322145110_97e3cd8b79.jpg" width="500"></a><div><br></div><div><script async="" charset="utf-8" src="//embedr.flickr.com/assets/client-code.js"></script>El hombre se levanta en esas horas de la mañana en que se oyen los insectos silbar en la oscuridad del patio. Un golpe de vergüenza anuda su garganta porque se ha dado cuenta, su subconsciente se lo ha dicho. Se le ha escapado un error.<br><br>Inmediatamente salta de la cama, abre su procesador de palabras y borra la ese que no pertenece, pero piensa en las seis personas que han visto la letra desnuda y curvada y en las quince más que notarán su indecencia, y siente su mundo colapsar, porque qué es él sino un hacedor de la nada. ¿Y cómo se sentiría un escultor si despertara de un sueño inquieto para recordar que el busto que terminó tiene una ceja de más? ¡Qué rostro de espanto! ¿Cómo es que después de tantas horas, días, meses y años le puede suceder eso? ¿Cómo es que su mente lo traiciona?<div><br><span></span></div></div><a href="https://victormanuelramos.blogspot.com/2022/08/escena-de-terror.html#more">Seguir leyendo »</a>Víctor Manuel Ramoshttp://www.blogger.com/profile/14046691204939780722noreply@blogger.com2New York, NY, USA40.7127753 -74.005972813.052270463735631 -109.16222279999997 68.373280136264356 -38.849722800000023tag:blogger.com,1999:blog-3851098752285713677.post-69691031605985543122022-08-12T22:45:00.011-04:002023-03-12T18:02:53.748-04:00Diapositivas<div style="text-align: center;"><a href="#"><img alt=""Diapositivas digitales", de Jorge López, fotografía reproducida con licencia de Creative Commons." src="https://live.staticflickr.com/155/364797237_938eae8748.jpg" title=""Diapositivas digitales", de Jorge López, fotografía reproducida con licencia de Creative Commons."></a></div><br>Un hombre de bigote grande, su espalda y pecho desnudos, tuerce el cuerpo para mirar desde abajo del capó y sonreír. Está reparando uno de esos carros de cuerpos musculosos que parecen lanchas con luces.<br><br>Luego aparece con el mismo bigote, vestido de traje gris y bajo una lluvia de arroz mientras desciende por la escalinata de una iglesia. La novia parece un espejismo tras el velo que flota en la brisa. Muchos dientes; se ven muchos dientes.<div><br></div><div>No sabemos si años o meses después, el hombre sostiene una bebé como quien muestra un trofeo. Hay en él algo de conflicto, una preocupación quizás, una duda en el ceño fruncido. La escena se repite, aunque el rostro se relaja, se resigna más bien, dos, tres, cuatro veces en otras habitaciones de hospital, y todas son niñas. Luego está sobre un bote, entre una enredadera de líneas de pesca, con dos de esas niñas, de pelo claro como su madre. Y sentado en una banqueta con todas ellas, que comen helado; él viste de playera y sostiene una cerveza en la mano.<br><br>En la imagen del cumpleaños le rodean sus cuatro hijas, adolescentes y mujeres, mientras él se inclina a soplar un pastel con el número 47. No sabemos qué pasó en esos años entre la niñez y la adolescencia de sus hijas.<div><br><span></span></div></div><a href="https://victormanuelramos.blogspot.com/2022/08/diapositivas.html#more">Seguir leyendo »</a>Víctor Manuel Ramoshttp://www.blogger.com/profile/14046691204939780722noreply@blogger.com2Woodside, Queens, NY, USA40.7532952 -73.906897312.443061363821151 -109.0631473 69.063529036178835 -38.7506473tag:blogger.com,1999:blog-3851098752285713677.post-8819082500870441382022-07-23T05:15:00.017-04:002022-07-24T12:42:00.032-04:00'El más hermoso de los hijos de los hombres'<p style="text-align: left;"><span lang="ES-DO" style="font-size: 12pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES-DO;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjRSkKPaGu-o_JrHr-QLJ9CAPRjma63u9xjCa8uNTZ21wd-9c7-eVqt-xk2ycyHO5aU_tsjmNqFgi0zEiut5zmZsCUSUTr-VC9F1ehiieIxxr5BZy3uFwEW8RR-Okh1F66oHt5pAbr2w5liP51Qt7Unkbsub_F5cP81Vf3GnzWAZ4sHZGhA2aGZsBP4WQ/s1920/El%20Salvador.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="El Salvador, José de Ribera (Museo del Prado)." border="0" data-original-height="1920" data-original-width="1672" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjRSkKPaGu-o_JrHr-QLJ9CAPRjma63u9xjCa8uNTZ21wd-9c7-eVqt-xk2ycyHO5aU_tsjmNqFgi0zEiut5zmZsCUSUTr-VC9F1ehiieIxxr5BZy3uFwEW8RR-Okh1F66oHt5pAbr2w5liP51Qt7Unkbsub_F5cP81Vf3GnzWAZ4sHZGhA2aGZsBP4WQ/w349-h400/El%20Salvador.jpg" title="El Salvador, José de Ribera (Museo del Prado)." width="349"></a></div><br>He venido desde bastante lejos para encontrarme frente a este lienzo de José de Ribera en que un hombre de túnica roja emerge del tenebrismo hacia una luz acaramelada, sus dedos índice, pulgar y medio apuntando hacia arriba en aparente gesto de bendición.<div><br></div><div>Es <a href="https://www.museodelprado.es/coleccion/obra-de-arte/el-salvador/4b44e203-ba0f-40bf-9837-c14f55100bcd?searchid=03598b48-d44c-ad31-afd2-9898dfe8d046" target="_blank">una representación de El Salvador</a> que data del año 1630 y me encuentro en el Museo del Prado de Madrid, mi primera visita a esta ciudad y país.</div><div><br></div><div>Normalmente cuando entro a los museos me atraen representaciones más seculares, pero en este recorrido parece inevitable pasar por estas pinturas que representan escenas bíblicas y habitantes del olimpo eclesiástico antes de llegar al santuario de otras colecciones que me son más cercanas. Y esta representación de Jesús como redentor es la que hace que me detenga, no por asunto de devoción sino por lo que veo en su rostro: Este hombre mira hacia el vacío, como si esquivara la mirada, y sus ojos desiguales parecen transmitir duda, vergüenza o tristeza; es un salvador que necesita que alguien lo salve.</div><div><br></div><div>Veo algo muy humano en este Cristo y eso hace que mire a otras representaciones con mayor curiosidad.</div><div><br></div><div><span></span></div><a href="https://victormanuelramos.blogspot.com/2022/07/el-mas-hermoso-de-los-hijos-de-los.html#more">Seguir leyendo »</a>Víctor Manuel Ramoshttp://www.blogger.com/profile/14046691204939780722noreply@blogger.com5Madrid, Spain40.4167754 -3.703790213.988103958177174 -38.8600402 66.84544684182282 31.4524598tag:blogger.com,1999:blog-3851098752285713677.post-9450726725340243642020-12-16T19:04:00.002-05:002022-07-26T22:12:33.688-04:00Anna Karenina, o el triunfo de la desilusión<p style="text-align: left;"></p><table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjWK1IJkJCp0D1VZBbZhzB8-EM8c0XR1xJ3ucYzaoXyUMsdaTYAxYOtJmTNYJGyrHrrJgHUYoxV-n0uuNkCjdZZWMDklFB00VCL4JX1j8ih7a_gGMUB_9ad3GfjXqR0gmUJaPavr7z5r6QQ/s348/Tolstoy_140-190_for_collage.jpg" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img alt="Lev Nikoláyevich Tolstói" border="0" data-original-height="348" data-original-width="256" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjWK1IJkJCp0D1VZBbZhzB8-EM8c0XR1xJ3ucYzaoXyUMsdaTYAxYOtJmTNYJGyrHrrJgHUYoxV-n0uuNkCjdZZWMDklFB00VCL4JX1j8ih7a_gGMUB_9ad3GfjXqR0gmUJaPavr7z5r6QQ/w235-h320/Tolstoy_140-190_for_collage.jpg" title="Retrato de Lev Nikoláyevich Tolstói. Óleo sobre lienzo. 124 × 88 cm. Galería estatal Tretiakov, Moscú." width="235"></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Lev Nikoláyevich Tolstói</td></tr></tbody></table><p></p><div>Contaba mi abuela que quien leyera la Biblia entera se volvería loco, y creo que se puede decir lo mismo de una novela de Leo Tolstói (o Leo Tolstoy, en su forma inglesa).</div><div><br></div><div>Este año empecé de nuevo desde las primeras páginas de Anna Karenina, que por lo menos en mi edición es un novelón de más de 800 páginas, y llegué al final a través del encerramiento de la primavera y los meses de pandemia por venir, según las variadas opciones de entretenimiento fuera de casa fueron clausuradas. Este fue un año que se prestó a estas largas ficciones del siglo diecinueve.</div><div><br></div><div>El conde Lev Nikoláyevich Tolstói —ese era su nombre y en honor al estilo ruso habría que decirlo completo en segundas y terceras referencias, aunque sea para confundir— también se perdió y quizás enloqueció un poco escribiendo esta y otras novelas realistas.</div><div><br></div><div>En breve resumen (y no hay manera de resumir esto), Tolstói cuenta la historia de algunas familias de la aristocracia rusa (tantos condes, y príncipes y princesas que la sangre de casi todos los personajes parece ser de otro color) donde las relaciones maritales andan sufriendo, y como dice famosamente en su oración introductora, cada familia infeliz es infeliz a su manera (1). </div><p></p><p style="text-align: left;"><span></span></p><a href="https://victormanuelramos.blogspot.com/2020/12/anna-karenina-o-el-triunfo-de-la.html#more">Seguir leyendo »</a>Víctor Manuel Ramoshttp://www.blogger.com/profile/14046691204939780722noreply@blogger.com2New York, NY, USA40.7127753 -74.005972812.402541463821152 -109.1622228 69.023009136178842 -38.849722799999995tag:blogger.com,1999:blog-3851098752285713677.post-88616108596103120732020-06-14T17:39:00.004-04:002020-07-12T13:57:03.908-04:00La invención de Morel: el tedio y la duda del encierro<div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://amzn.to/3d3rcY4" rel="nofollow" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;" target="_blank"><img alt="La invención de Morel, Adolfo Bioy Casares" border="0" data-original-height="675" data-original-width="450" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjVx4lITcuf5FCmK65oDlRMV3JoaU7FMu_HZauH5RRT_iGL9Qc4ADDfn-k6c3UAolee2GJuF-hggZrvKnDauw9ldTwx-5NxaNPK2V9HTvlnNVSEphXpwyBg1qJ3RDUSQ1zt-He0KCSsZQp4/w213-h320/La-invencion-de-morel.jpg" title="Cubierta original de La invención de Morel, Adolfo Bioy Casares" width="213"></a></div>Buscaba en los días de cuarentena del coronavirus un lugar donde estacionar mi mente en el fastidio de noches en que la casa iba de ser lugar de trabajo a lugar de descanso, a lugar de recreo, a lugar de trabajo, cuando tomé un libro al azar de la pila sin leer. De pronto estuve en una isla con un hombre que se escondía “en los bajos del sur, entre plantas acuáticas, indignado por los mosquitos, con el mar o sucios arroyos hasta la cintura”.</div><div><br></div><div>Este hilo narrativo prometía el tipo de escape que buscaba después de ver las mismas paredes, día y noche, noche y día. </div><div><br></div><div>Estaba leyendo <a href="https://amzn.to/3d3rcY4" rel="nofollow" target="_blank">La invención de Morel</a>, de Adolfo Bioy Casares, un autor de quien sabía vagamente por su conexión <a href="https://victormanuelramos.blogspot.com/2012/01/senderos-de-palabras-que-se-bifurcan.html">con Jorge Luis Borges</a> y cuyo libro tenía en lista sin ninguna urgencia. Había llegado el momento apropiado para esta historia que no me prometía mucho más que entretenimiento, un hombre “condenado injustamente” se ocultaba en una isla que ni siquiera él mismo conocía muy bien: “Creo que esta isla se llama Villings y que pertenece al archipiélago de Las Ellice”, decía en una parte.</div><div><br></div><div>A esa isla habían llegado unos extraños, aparentemente franceses, que irrumpían en su soledad de fugitivo, tomaban posesión de una especie de mansión abandonada donde él se había alojado y generaban en él—nunca nos dijo su nombre—el temor de la captura. </div><div><br></div><div><span></span></div><a href="https://victormanuelramos.blogspot.com/2020/06/la-invencion-de-morel-el-tedio-y-la.html#more">Seguir leyendo »</a>Víctor Manuel Ramoshttp://www.blogger.com/profile/14046691204939780722noreply@blogger.com7New York, NY, USA40.7127753 -74.005972812.402541463821152 -109.1622228 69.023009136178842 -38.849722799999995tag:blogger.com,1999:blog-3851098752285713677.post-37020037398766384612019-11-15T19:00:00.000-05:002019-11-15T19:00:02.489-05:00Internet para todos<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
Para aquellos de nosotros que vimos el nacimiento de la superautopista de información (¿se acuerdan de esa tonta frase?) podría parecer que la promesa del medio se ha diluido en nuevas y más perniciosas formas de entretenimiento que buscan nuestra atención para vender anuncios, productos y suscripciones y que a la vez recopilan datos sobre predilección y hábitos para ofrecernos al mejor postor. Como dicen, somos el producto.<br>
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Esa no era la promesa del internet según se ofrecía en sus inicios.<br>
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Se hablaba entonces de una especie de aldea global donde predominaba el intercambio de ideas, la colaboración en proyectos de interés mutuo y el surgimiento de comunidades y líderes que en base al diálogo y el activismo digital ayudarían a crear un mundo mejor.<br>
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Qué utópico era todo eso: yo me acuerdo cuando entré por primera vez a una red de internet previa a la era de los navegadores gráficos donde el acceso se pagaba por hora (así que no íbamos allí a perder el tiempo) y en el que el acceso a <i>listservs</i> (listas de correo) y <i>newsgroups</i> (foros de “noticias”) llevaba a conversaciones y debates sobre temas de actualidad o asuntos de conocimiento especializado. Parecía entonces que el internet iba a ser un medio para intercambios académicos y de investigación.<br>
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En esos mismos días del pre-internet de hoy asistí a una conferencia en Harlem donde académicos y expertos en las nuevas redes discutían las posibilidades que se cernían en ese mundo de pantallas y teclados, módems (esta palabra entre tantos términos tecnológicos tan extraños al español) y proveedores de señales y servidores y lo que se imaginaba entonces como un inmenso sistema nervioso de fibras ópticas que empezaba a tejerse en las grandes ciudades y <a href="https://www.submarinecablemap.com/" target="_blank">cruzaría distancias transoceánicas</a>. La gran preocupación de aquella conferencia era que las comunidades pobres y minoritarias no debían quedarse sin rampas de entrada y salida hacia aquella imaginaria autopista cibernética.<br>
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Se quería internet para todos.<br>
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</div><a href="https://victormanuelramos.blogspot.com/2019/11/internet-para-todos.html#more">Seguir leyendo »</a>Víctor Manuel Ramoshttp://www.blogger.com/profile/14046691204939780722noreply@blogger.com2New York, NY, USA40.7127753 -74.005972839.9423093 -75.296866299999991 41.483241299999996 -72.7150793tag:blogger.com,1999:blog-3851098752285713677.post-45940157711497487652018-12-31T06:44:00.000-05:002018-12-31T10:53:30.538-05:00Consideraciones de fin de año<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
Hemos dado otra vuelta alrededor del sol desde la última vez que iniciamos el conteo. El año es <a href="http://victormanuelramos.blogspot.com/2014/06/poesia-en-el-medio-del-camino.html">una marca arbitraria en el camino</a>, pero podría decirse que es nuestra marca y que es útil por lo menos para medir progreso, aunque también sea cuestión de nuestra invención. Hay tanto que damos por sentado que es asunto de la imaginación.<br>
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Yo me encuentro aquí mirando al año que ha pasado y a <a href="http://victormanuelramos.blogspot.com/2018/01/saber-lo-que-sucede-en-el-mundo.html">la persona que fui a principio de este ciclo</a> con el tipo de sonrisa que uno reserva para un niño: ah, qué inocente eras cuando a pesar de tu propio juicio te proponías esto o aquello para el año que vendría.<br>
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Esto supongo que nos aplica a todos, tanto por lo que no esperábamos que sucediera y sucedió como por lo que queríamos que se diera y no se dio. El inevitable corolario es que cada vez hemos cambiado y en lo que a mí cuenta nunca es de una manera simple que se pueda caracterizar como progreso o retroceso. Es difícil, entonces, darle sentido a un año y, luego de estas consideraciones, resulta ilógico proponerse un curso definido. Pero lo hacemos. Es nuestra naturaleza.<br>
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</div></div><a href="https://victormanuelramos.blogspot.com/2018/12/consideraciones-de-fin-de-ano.html#more">Seguir leyendo »</a>Víctor Manuel Ramoshttp://www.blogger.com/profile/14046691204939780722noreply@blogger.com7Long Island, New York, USA40.789142 -73.13496099999997639.251827 -75.716747999999981 42.326457 -70.55317399999997tag:blogger.com,1999:blog-3851098752285713677.post-1506557603549791802018-10-02T09:06:00.000-04:002018-10-04T09:16:32.453-04:00Respuestas sueltas a una entrevista anónima<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
Me llegaron hace poco unas preguntas por uno de estos medios en que nos podemos encontrar, pero esta persona no me dejó manera de responder: preguntas enviadas, cuenta desactivada, comunicación rota, voces ocultas tras una pared digital. Me dio qué pensar sobre tantas veces que en la vida dejamos conversaciones inconclusas.<br>
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Decidí responder por este medio, aunque la respuesta no llegue a ninguna parte ni cumpla algún objetivo. Quizás no será esta una entrevista que se reproduzca; tal vez sea el simple producto de una asignación escolar que nunca se entregó. Es posible que nunca lleguen estas palabras a quien las incitó. Tal vez no importan tanto las preguntas (que transcribo tal como son) ni las respuestas más allá del intento de comunicación.<br>
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<i>Si tuvieras la oportunidad de ser el protagonista de una de tus historias, cual seria? </i><br>
Ninguno de ellos, porque los personajes de mis historias se encuentran casi siempre en situaciones ambiguas, donde puede haber algo de felicidad pero siempre mezclada con las complejidades del ser o no ser y la lucha entre la aversión y el deseo. Hasta un punto soy todos mis personajes. Los escribo para dejar de ser ellos.<br>
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</div></div><a href="https://victormanuelramos.blogspot.com/2018/10/respuestas-sueltas-una-entrevista.html#more">Seguir leyendo »</a>Víctor Manuel Ramoshttp://www.blogger.com/profile/14046691204939780722noreply@blogger.comPhiladelphia, PA, USA39.9525839 -75.1652215000000339.5633584 -75.810668500000034 40.3418094 -74.519774500000025tag:blogger.com,1999:blog-3851098752285713677.post-76341521530847295602018-09-02T18:48:00.004-04:002022-07-24T13:14:02.849-04:00Rilke sobre los rielesSentarse en el tren con demasiados pensamientos en la cabeza y ceder, palabra por palabra, a las imágenes tan simples que parecen ciertas de una poesía. Allá a lo lejos espera la muerte al final de un túnel. O eso dicen.<div><br></div><div>El que escribe propone dedicar su vida al deseo y a protestar el dolor, y el que lee se da cuenta que de ninguna otra cosa trata todo lo que se ha escrito hasta entonces. Ni lo que se escribirá. Está enganchado.</div><div><br></div><div>Este no entiende esta musicalidad, traducida del alemán de Rainer Maria Rilke, porque parece una serie de notas que existen aparte y que se suceden como una simple enumeración de cosas, sin que una expresión tenga que ver con la otra. El conjunto tiene una coherencia que se recibe a pesar de la traducción y sus vueltas.</div><div><br></div><div>Estos son poemas viejos, antiguos, prehistóricos. <br><br><span></span></div><a href="https://victormanuelramos.blogspot.com/2018/09/rilke-sobre-los-rieles.html#more">Seguir leyendo »</a>Víctor Manuel Ramoshttp://www.blogger.com/profile/14046691204939780722noreply@blogger.com2New York, NY 10119, USA40.750568 -73.99351899999999215.228533500000001 -115.30211299999999 66.2726025 -32.684924999999993tag:blogger.com,1999:blog-3851098752285713677.post-3170266998928516482018-07-04T13:00:00.001-04:002018-07-04T13:02:14.547-04:00'Ventanas' hacia otras ventanas de Glenda Galán<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
Si te asomas a una ventana te encuentras ante una apertura mayor que la del espejo, aquella otra imagen recurrente en la literatura desde que Narciso se enamoró de su reflejo en la superficie del agua y enloqueció. Un espejo te devuelve una ilusión, pero una ventana se abre hacia otro mundo. Es el truco: las ventanas son buenas para mirar hacia afuera y hacia adentro. Siempre que te asomas a una crees que miras, pero no te das cuenta de que también eres mirado.<br>
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<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; margin-left: 1em; text-align: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgPNy9_8pLvAz88YvNxvYrCYY3_DUL1gXpBn7YhxkdjamxyPqhQP84YwVY5vZQmKtne2euJt670WMh8wnk5iHB_KvqfGYjdUCqq7Ifu4m9rVXua0RI5ctLQ8ETaYE6IZx-5f6iCjdF-RnRu/s1600/36388725_10157591167335968_1197786651376484352_o.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="1200" height="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgPNy9_8pLvAz88YvNxvYrCYY3_DUL1gXpBn7YhxkdjamxyPqhQP84YwVY5vZQmKtne2euJt670WMh8wnk5iHB_KvqfGYjdUCqq7Ifu4m9rVXua0RI5ctLQ8ETaYE6IZx-5f6iCjdF-RnRu/s200/36388725_10157591167335968_1197786651376484352_o.jpg" width="150"></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">'Ventanas' de Glenda Galán</td></tr>
</tbody></table>
Es un promisorio concepto este que se propone en el libro "Ventanas: Entrevistas de Glenda Galán a escritores latinoamericanos".<br>
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La entrevistadora nos mira y nosotros la miramos. Más allá del marco están los espacios que habitamos, los vacíos que encierran y lo que se insinúa en las sombras.<br>
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Es este libro de Galán un deleite de voyeurismo literario donde podemos asomarnos al alféizar de cada autor --ya sea en Miami, Nueva York, Paris o Santo Domingo -- y ver mucho o ver poco, adivinar o suponer, quizás entender algo nuevo, pero sobretodo quedarnos picados de curiosidad por lo que escriben. En este libro se encuentran voces e ideas multiformes, a veces complementarias y otras divergentes, de creadores que sufren y gozan la común obsesión de escribir en una imaginaria urbe latinoamericana. El libro, complementado por las interpretaciones que son los retratos pintados de Jennie Santos, nos presenta rostros conocidos y por conocer <a href="http://dominicanaenmiami.com/" target="_blank">desde el punto de vista de una dominicana en Miami</a>, que, ya veremos, comparte la adicción por lo que ella llama "el placer de escribir".<br>
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</div><a href="https://victormanuelramos.blogspot.com/2018/07/ventanas-hacia-otras-ventanas-de-glenda.html#more">Seguir leyendo »</a>Víctor Manuel Ramoshttp://www.blogger.com/profile/14046691204939780722noreply@blogger.com4New York, NY, USA40.7127753 -74.005972839.9423093 -75.296866299999991 41.483241299999996 -72.7150793tag:blogger.com,1999:blog-3851098752285713677.post-8876690716314658612018-04-28T11:50:00.003-04:002023-07-24T11:27:07.615-04:00Mareados sobre el Malcolm de Cortázar<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
La novela <i>Los premios</i> empieza con una promesa de trama, un viaje en el que un grupo de extraños abordará un crucero con destino incierto tras ganar un premio auspiciado por el gobierno. Podría pensar el lector en cualquier tipo de aventura que sucederá en ese trayecto, pero con cada página leída se va uno dando cuenta de que este barco no va para ninguna parte, aunque ya es muy tarde para regresar.<br>
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No estamos hablando de cualquier escritor, sino de una de las lumbreras de la literatura latinoamericana (y de más allá) y cabe sospechar que no fue falta de dominio del oficio de escribir que llevó a Julio Cortázar a emprender un viaje sin destino en el que la falta de sucesos se convierte en el principal hecho, algo así como el motor de la no-acción. <i>Los premios</i> fue su primera novela publicada por allá en 1960.<br>
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No lo niego. Maldije la hora en que me puse a leerla, porque esta novela era una trampa. Como señalé antes, era muy tarde, demasiado tarde, para dar marcha atrás cuando me di cuenta de que no pasaba nada y que el final no traería gran revelación. Esta era una excursión ficticia que se emprende en grupo donde después de escalar más de la mitad de una montaña, o en este caso navegar más de la mitad del viaje por un mar monótono, uno sabe que el regreso sería más tedioso (e incluso humillante) que proceder, aguantar y desembocar en mala compañía en el mismo puerto de salida de un viaje frustrado.<br>
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La trama ya la dije, porque es poca, y aunque tiene su desenlace es mejor no revelarlo, no vaya a ser que se arruine la experiencia de quienes se atrevan a emprenderla. El caso es que el barco, el Malcolm, es una excusa y los premios son una carnada para meternos en este viaje con representantes de las recalcitrantes clases sociales de la Argentina de la época, con sus creencias, prejuicios y pequeñas burguesías de desesperación.<br>
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Sirve este barco, como anticipa el estrafalario personaje Persio en uno de sus cada vez más incomprensibles soliloquios, para “la mezcla casi pavorosa de seres solos que se encuentran de pronto viniendo desde taxis y estaciones y amantes y bufetes, que son ya un solo cuerpo que aún no se reconoce, no sabe que es el extraño pretexto de una confusa saga que quizás en vano se cuente o no se cuente.”<br>
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</div><a href="https://victormanuelramos.blogspot.com/2018/04/mareados-sobre-el-malcolm-de-cortazar.html#more">Seguir leyendo »</a>Víctor Manuel Ramoshttp://www.blogger.com/profile/14046691204939780722noreply@blogger.com7tag:blogger.com,1999:blog-3851098752285713677.post-45127923326837023612018-04-12T15:12:00.002-04:002018-04-25T15:24:43.520-04:00Del Morirsoñando y otros cuantos cuentos<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://www.amazon.com/Morirso%C3%B1ando-Cuentos-agridulces-1998-2008-Spanish/dp/1985089041" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;" target="_blank"><img alt="Morirsoñando: Cuentos agridulces, 1998-2008 - Víctor Manuel Ramos" border="0" data-original-height="1600" data-original-width="1001" height="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjRmeNA0QULLo5ZM7G4_sYQEGzej_zxqDW1uZu7fhVVyDbzCxRKUXd0E32Cig6NA98IOvNwJMab_rDddiUVMf6CTsOOjvUoqojJn1BtDypEskpMUl18Khdf5b3XthMqnYWGYc7g5PuE_1ke/s200/Morirsoando_Cuento_Cover_for_Kindle.jpg" title="Morirsoñando: Cuentos agridulces, 1998-2008" width="125"></a></div>
Hace unos meses terminé un trabajo que venía haciendo entre etapas de actividad en muchos frentes, revisar y preparar para publicación los primeros cuentos que escribí y saqué a la luz hace más de una década. Los publiqué entonces bajo el título de Morirsoñando: Cuentos agridulces, 1998-2005, indicando que reunía los relatos que sobrevivieron a esos años. Pero esta vez se me ocurrió que, además de revisarlos, debía expandir el período de esa publicación para cubrir mi primera década de ficciones. Así lo hice.<br>
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He aquí, entonces, el libro revisado y expandido: <b><a href="https://www.amazon.com/Morirso%C3%B1ando-Cuentos-agridulces-1998-2008-Spanish/dp/1985089041" target="_blank">Morirsoñando: Cuentos agridulces, 1998-2008</a></b>. Incluye los cuentos que mis primeros amigos de lectura conocieron de mi parte, más otros cuantos cuentos que formaron parte del mismo período.<br>
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El libro está publicado y circulando, en versiones <a href="https://www.amazon.com/Morirso%C3%B1ando-Cuentos-agridulces-1998-2008-Spanish-ebook/dp/B079PQZLJC" target="_blank">digital</a> y <a href="https://www.amazon.com/Morirso%C3%B1ando-Cuentos-agridulces-1998-2008-Spanish/dp/1985089041" target="_blank">de papel</a>, hace unos meses, reemplazando los enlaces para la edición anterior que se había agotado, pero justo cuando terminé la tarea de darlo a luz mis ocupaciones laborales me obligaron a olvidarme de él y no hice nada para anunciarlo, excepto poner en mis páginas los enlaces actualizados.<br>
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Este es un simple anuncio. No me voy a ocupar de decir mucho de mis propios intentos de escritura, considerando que la subjetividad nublaría mi razón, pero puedo compartirles que me alegra soltar estos cuentos otra vez al aire y que mi experiencia inicial con ellos ha sido muy satisfactoria. He recibido noticia de lectores de la primera edición en distintos lugares del planeta que gracias a las redes (tanto de relaciones físicas como virtuales) encontraron uno que otro cuento o leyeron todo el texto y respondieron a él. Ha sido ese libro una excelente manera de conectar con personas de marcado talento literario y calidad humana que todavía siguen siendo amigas y amigos.<br>
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</div><a href="https://victormanuelramos.blogspot.com/2018/04/del-morirsonando-y-otros-cuantos-cuentos.html#more">Seguir leyendo »</a>Víctor Manuel Ramoshttp://www.blogger.com/profile/14046691204939780722noreply@blogger.com3New York, NY, USA40.7127753 -74.005972839.9423093 -75.296866299999991 41.483241299999996 -72.7150793tag:blogger.com,1999:blog-3851098752285713677.post-3162550908021101402018-01-07T11:26:00.001-05:002018-01-26T13:36:57.907-05:00Saber lo que sucede en el mundo<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
Enterarse de las noticias en estos tiempos de <i>fake news</i> es un reto, incluso para los que laboramos en los medios informativos, pero el verdadero periodismo es todavía más necesario en una época en que la desinformación no es solamente una estrategia electoral sino también el pan de cada día.<br>
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Quien no sabe lo que sucede se deba llevar como vaca al matadero, y lamentablemente los mataderos están repletos de víctimas voluntarias. ¿Que no le interesa la política, dice usted? Eso puede ser cierto, pero no significa que la política no esté interesada en usted. Las acciones de quienes alcanzan el poder no van a dejar de afectar a quienes las ignoran.<br>
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Ahora, este asunto de las noticias falsas no es nada nuevo. Estamos hablando de propaganda, aunque se le designe con otro nombre y ahora existan medios más engañosos para propagarla. Los regímenes de todo tipo han hecho uso de la desinformación a través de los siglos para tergiversar, acusar, dividir, confundir y manipular. Los resultados han sido sociedades opresivas en las que el respeto a los derechos humanos no es prioridad.<br>
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Nos concierne a todos, aunque sea por razones egoístas, saber lo que sucede en el mundo.<br>
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</div><a href="https://victormanuelramos.blogspot.com/2018/01/saber-lo-que-sucede-en-el-mundo.html#more">Seguir leyendo »</a>Víctor Manuel Ramoshttp://www.blogger.com/profile/14046691204939780722noreply@blogger.comNew York, NY, USA40.7127753 -74.005972839.9423093 -75.296866299999991 41.483241299999996 -72.7150793tag:blogger.com,1999:blog-3851098752285713677.post-56363011523994248522017-07-30T12:46:00.000-04:002017-07-30T13:34:37.706-04:00Las pesadillas del conflicto sirio<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
Aunque vivimos en un mundo global, y es cierto que las telecomunicaciones se facilitan hasta el punto de que llevamos las noticias en cualquier aparato de bolsillo, parece que cada día estamos más desconectados de lo que sucede en otras partes del mundo. <br>
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Muchos consumen información en medios “alternativos” de las redes que se nutren de venas conspiratorias y no solamente se encuentran al fin desinformados sino mal informados. Ya no sabemos qué creer.<br>
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Mientras tanto, las bombas caen sobre Siria y poblaciones enteras se desplazan de país en país y a través de océanos sin que los que vivimos en otros países nos enteremos realmente de las atrocidades y sufrimientos por que atraviesan millones de personas.<br>
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Los medios de comunicación masiva vienen fallando hace décadas. Los conflictos internacionales reciben poca atención fuera de sus fronteras y las políticas de repercusión global se presentan más desde el debate de opiniones e ideologías que desde la documentación de los hechos y el recuento de los testimonios de sus sobrevivientes.<br>
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He pensado en esto al leer relatos de los sobrevivientes del conflicto en Siria, según los recopiló la periodista Wendy Pearlman en el libro “We Crossed A Bridge And It Trembled: Voices from Syria” -- y este libro, difícil de asimilar, busca primordialmente contar cómo ha sido el conflicto sirio para los sirios, o, más bien, los sobrevivientes.</div>
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La humanidad se pierde cuando hablamos de cifras de destrucción o de muertes, pero no es lo mismo leer en cualquier página, por ejemplo, de un policía sirio que agrede en el mercado a un hombre, simplemente porque sí, para ejercer su autoridad. O enterarse de cómo, al principio de la fallida revolución, las fuerzas del gobierno iban detrás de las protestas pacíficas rompiendo cristales de carros y tiendas para culpar luego a los protestantes y justificar la represión que seguiría, charcos de sangre en las plazas. O correr al lado de una madre desesperada cuando una bomba barril estalla cerca de la escuela donde está su niña y ella imagina antes de llegar que la encontrará partida en pedazos y que su mundo dejará de tener sentido. O verse uno dentro de la casa cuando el temblor que causa un misil hace que se derrumbe el techo y las paredes sobre los civiles acorralados, y escuchar luego el grito de una niña que grita, “¡Mamá, mataron a mi papi!” Y la madre responder: “Está bien, Dios cuidará de su alma”.<br>
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</div></div></div><a href="https://victormanuelramos.blogspot.com/2017/07/las-pesadillas-del-conflicto-sirio.html#more">Seguir leyendo »</a>Víctor Manuel Ramoshttp://www.blogger.com/profile/14046691204939780722noreply@blogger.com2New York, NY, USA40.7127837 -74.00594130000001839.942317700000004 -75.296834800000013 41.4832497 -72.715047800000022tag:blogger.com,1999:blog-3851098752285713677.post-39613828090796733392017-07-14T22:42:00.003-04:002017-07-15T12:51:06.239-04:00De sembrar palabras<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
Me preguntaba alguien el otro día por qué publiqué dos libros de ficción y después no he sacado nada más a la luz en estos años (aunque eso no es del todo cierto <a href="https://victormanuelramos.wordpress.com/publications-publicaciones/" rel="nofollow" target="_blank">si los cuentos sueltos cuentan</a>). Esta pregunta me hizo pensar en la agricultura.<br>
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Hace un par de décadas, escondido en los recovecos que en Nueva York llamamos apartamentos, fantaseaba yo con algún día en que tuviera un pedazo de tierra sobre el cual poner los pies desnudos, qué se yo, la idea esa de tener una casa con un patio, aunque no fuera muy grande, para quitarme los zapatos y sentir la naturaleza como cuando niño.<br>
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Imaginaba más, que podría llegar a ser uno de esos jardineros urbanos que siembran tomates, ajíes, limones, arándanos y berenjenas en su pedacito de tierra y los cultivan cualquier tarde antes de la cena, y regalan luego a sus amigos el vegetal primoroso y la fruta fresca.<br>
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Se me olvidó ese asunto y me fui por unos años de la gran metrópolis y mudé mi pequeña familia a una casa rodeada de patio por todos lados. Había un bosque de pinos detrás, mucho cielo abierto y toda la luz posible. Mucho más de lo que yo esperaba.<br>
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Entonces, tocaba empezar el trabajo en ese jardín, ¿cierto?<br>
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</div></div><a href="https://victormanuelramos.blogspot.com/2017/07/de-sembrar-palabras.html#more">Seguir leyendo »</a>Víctor Manuel Ramoshttp://www.blogger.com/profile/14046691204939780722noreply@blogger.comLong Island, New York, USA40.789142 -73.13496099999997639.251827 -75.716747999999981 42.326457 -70.55317399999997tag:blogger.com,1999:blog-3851098752285713677.post-17021527516382203722017-06-03T11:14:00.000-04:002017-06-04T00:08:05.273-04:00Dos mil diecisiete y la ficción<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
El Gran Hermano siempre está mirando y lo sabe todo. La verdad es un asunto relativo y manejado por ministerios de información que componen la historia a su manera. La clase marginada es casi vista como subhumana, mientras que la gran mayoría se encuentra sumida en el sueño profundo del entretenimiento masivo.<br>
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La guerra es la paz. La libertad es esclavitud. La ignorancia es fuerza.<br>
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Los hechos no son los hechos.<br>
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Le he oído a varias personas con conocimiento general de la literatura comparar los tiempos en que vivimos con el mundo distópico de “Mil novecientos ochenta y cuatro”, la novela de George Orwell en cuya trama un sistema totalitario mantiene el control de la población por medio de la vigilancia masiva por medios tecnológicos y la represión de las dictaduras convencionales.<br>
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Estas comparaciones me han puesto a pensar sobre las distopías y el papel que juegan en nuestra conciencia colectiva.<br>
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Ese tipo de ficción no me ha atraído como lector, tal vez por la experiencia que he tenido con otros lectores, personas de pensamiento conspiratorio que he conocido por ahí y que me han citado este 1984 de Orwell, o su otra novelilla “Animal Farm”, o el “Brave New World” (“Un mundo feliz” de Aldous Huxley), o el “Farenheit 451” de Ray Bradbury, hablando de estos textos casi como si fueran presagio o evidencia de un mundo en el que nos controlan quienes manejan la información.<br>
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He visto sus ojos abrirse, animados, y trazar paralelismos a los medios de hoy en día, o a las tecnologías de telecomunicaciones, o a juntas secretas que mueven los hilos de los gobiernos.<br>
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No me convence del todo ese pensamiento tecno-apocalíptico como no me convencen las narrativas de finales del mundo de los cultos religiosos, pero veo el atractivo de estas visiones pesimistas en un mundo en el que hay razones para sospechar que somos manipulados.<br>
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</div><a href="https://victormanuelramos.blogspot.com/2017/06/dos-mil-diecisiete-y-la-ficcion.html#more">Seguir leyendo »</a>Víctor Manuel Ramoshttp://www.blogger.com/profile/14046691204939780722noreply@blogger.comNew York, NY, USA40.7127837 -74.00594130000001839.942317700000004 -75.296834800000013 41.4832497 -72.715047800000022tag:blogger.com,1999:blog-3851098752285713677.post-38676657953538747002017-03-21T21:23:00.001-04:002018-04-26T09:53:30.538-04:00Café en un frío Manhattan<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
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</div>
<script>(function(d, s, id) {
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}(document, 'script', 'facebook-jssdk'));</script>Aquí les comparto enlaces <a href="http://dominicanaenmiami.com/?p=18015" rel="nofollow" target="_blank">al artículo y video de una entrevista</a> que me hizo Glenda Galán para su revista de multimedios, <a href="http://dominicanaenmiami.com/" rel="nofollow" target="_blank">Dominicana en Miami</a>. <br>
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Tuve la suerte de conocer a Galán hace ya unos meses durante su visita a Nueva York, primero al verla leer a ella con mucha gracia de su propia ficción y poesía en una pequeña librería de Washington Heights, y luego cuando concertamos una reunión para tomar café en un mañana fría de Manhattan y hablar de estos destellos elusivos que buscamos en la claridad de la expresión.<br>
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<blockquote cite="https://www.facebook.com/dominicanaenmiami/posts/709391602574928" class="fb-xfbml-parse-ignore">
Entrevista al escritor y periodista Víctor Manuel Ramos
#dominicanoenny #escritordominicano #literaturadominicana #morirsoñando #lavidapasajera<br>
Posted by <a href="https://www.facebook.com/dominicanaenmiami/">Dominicana en MIAMI</a> on <a href="https://www.facebook.com/dominicanaenmiami/posts/709391602574928">Monday, March 20, 2017</a></blockquote>
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</div></div></div><a href="https://victormanuelramos.blogspot.com/2017/03/cafe-en-un-frio-manhattan.html#more">Seguir leyendo »</a>Víctor Manuel Ramoshttp://www.blogger.com/profile/14046691204939780722noreply@blogger.comZuccotti Park, New York, NY 10006, USA40.7092649 -74.01126199999998816.3473089 -115.31985599999999 65.0712209 -32.702667999999989tag:blogger.com,1999:blog-3851098752285713677.post-19130156403477392982017-03-11T10:31:00.002-05:002020-07-19T12:51:03.214-04:00Releyendo a Kafka<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
Uno de los primeros libros de ficción que me interesó para leer por gusto fue una obra de Franz Kafka, <i>La</i> (muy conocida) <i>metamorfosis</i>, y recuerdo esas primeras oraciones partir como un rayo mi campo de atención. No las voy a repetir -- ya lo he hecho otras veces -- pero al recordar esa escritura pienso que parte de su atractivo es capturar riqueza de significado en pocas palabras.<br>
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Hablo de ese placer estético que uno siente al leer oraciones bien puestas.<br>
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He leído y releído a este autor más de una vez. Me sucede con uno que otro (García Márquez, Rulfo, Shakespeare, Whitman, Dickinson, Neruda, y por lo menos varios más), que encuentro el libro por ahí, me pongo a mirar unas líneas y termino tirado en el sofá patas arriba, redescubriendo esa primera lectura.<br>
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Hace poco me pasó con Kafka. Volví a <i>La metamorfosis</i> y quise más. Me fui a la biblioteca y encontré una traducción al inglés de <i>El proceso</i> que buscaba preservar su voz, mantener lealtad al texto original en alemán y publicarlo así como lo dejó, partes sin revisar y terminar del todo, con sus fragmentos y oraciones demasiado largas y densas. Entonces, descubrí a otro Kafka en ese ir y venir de algunas ideas que no se concretaron del todo. A la par me puse a leer una biografía del autor (<i>Kafka: A Biography</i>, de Nicholas Murray) que analizaba al escritor en su ámbito y no solamente por sus textos y cartas -- y aunque luego encontré que algunos lectores no aprecian mucho esta biografía, tal vez porque no coincide con el mito, me pareció un acercamiento a la humanidad del autor fuera del renombre que adquirió después de su paso por la vida.<br>
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Me llevé ese volumen biográfico de viaje hace unos meses y ahí andaba por los aeropuertos con un librazo rojo y en la portada el ojo gatuno de Kafka. Me imagino que parecía un profesor de literatura preparando algún temario para su clase, porque a quién se le ocurre acompañarse en un viaje con tal pasajero. Kafka, o la imagen que yo tenía de él, debía ser este tipo flaco, enfermizo, solitario, taciturno, desentendido de la sociedad en que vivía -- un fracasado según su propio juicio, y algo importante para su narrativa, un perdedor en el juicio de su padre, ese hombre práctico con quien contrastaba en personalidad e intereses. No fue de la nada que el alter ego de Kafka se levantó una mañana transfigurado en un insecto.<br>
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</div><a href="https://victormanuelramos.blogspot.com/2017/03/releyendo-kafka.html#more">Seguir leyendo »</a>Víctor Manuel Ramoshttp://www.blogger.com/profile/14046691204939780722noreply@blogger.com4New York, NY, USA40.7127837 -74.00594130000001839.942317700000004 -75.296834800000013 41.4832497 -72.715047800000022tag:blogger.com,1999:blog-3851098752285713677.post-23639106951427885462017-01-21T08:33:00.000-05:002017-01-21T09:18:39.917-05:00Basado en la vida real<div style="text-align: center;">
<a data-flickr-embed="true" href="https://www.flickr.com/photos/redlonghair/15790625222/in/photolist-vpDTaM-9XVCAX-m1Dbw2-m1EBJd-m1DJjt-m1ECiE-m1EzGs-m1D7uz-oQBCKS-5uQyFL-7XFDT2-q4n5K1-fz8SBf-t69eeo-sepnWo-t67Wzw-sqGQyW-t6gcd4" title="Untitled"><img alt="Untitled" height="375" src="https://c1.staticflickr.com/6/5614/15790625222_2d154af03e.jpg" width="500"></a></div>
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<script async="" charset="utf-8" src="//embedr.flickr.com/assets/client-code.js"></script>En otros tiempos yo me reía de la ficción y prefería libros que me hablaran de asuntos reales, aficionado como era desde niño al oficio periodístico y su misión de verificar, informar y poner en contexto lo que sucede en nuestras sociedades. <br>
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Ese fanatismo por los hechos hacía que leyera de mala manera las asignaciones escolares que me obligaban a seguir a personajes que nunca existieron, atrapados en conflictos que eran igual de imaginarios. A pesar de mis lamentos terminaba enfrascado en algún cuento o novela, como aquellas historias de vaqueros de Billy The Kid que leía para practicar inglés.<br>
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Y ya lo he contado, a la hora de viajar fuera de mi país de origen, <a href="http://victormanuelramos.blogspot.com/2011/04/la-importancia-de-las-palabras.html" target="_blank">me descubrí empacando mi maleta con libros, muchos de ellos pura ficción</a>.<br>
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Años después me descubrí intentando yo mismo escribir relatos ficticios, sin explicarme del todo por qué. Para mí resultó ser esta una gran paradoja: a veces los hechos mienten y en ocasiones los relatos imaginarios nos acercan más a la verdad emocional de algo. Esto lo digo a pesar de ser periodista y de seguir venerando la importancia de los hechos.<br>
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En otros rieles paralelos corre este asunto de la verdad que depende de una reorientación deliberada de los hechos. En la ficción, sabemos que se da un juego, que los personajes y las situaciones pueden partir de alguna realidad documentable, pero no dependen de ella.<br>
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No obstante, son muchas las veces en las que al practicar este género he tenido que defenderlo de lectores cercanos a mí, que se encuentran a sí mismos escritos en algún texto, que reconocen algunos hechos “de la vida real” o que, incluso, piensan que solamente los nombres han cambiado y que los relatos son una especie de periodismo velado.<br>
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<a href="https://victormanuelramos.blogspot.com/2017/01/basado-en-la-vida-real.html#more">Seguir leyendo »</a>Víctor Manuel Ramoshttp://www.blogger.com/profile/14046691204939780722noreply@blogger.com0Long Island, New York, USA40.789142 -73.13496099999997639.251827 -75.716747999999981 42.326457 -70.55317399999997