A mí
desde un principio me pareció que el diseño de lectores de textos para la pantalla era un paso importante para la diseminación de las letras.
La posibilidad de liberar el texto de la forma tradicional del libro me ha parecido una multiplicación del efecto Gutenberg, porque abre nuevos canales de distribución y facilita la publicación de todo tipo de libros.
El elemento que faltaba era el puente que llevara a los lectores esos textos, que inicialmente flotaban huérfanos por las nuevas redes de Internet.
En los últimos dos o tres años se ha acelerado el proceso de construir una estructura más sólida, tanto para que el autor ponga sus libros al alcance como para que los lectores descubran por búsqueda o afinidad esos textos que les pudieran interesar.
Ha llegado el momento del libro electrónico.
Como en todo salto hacia adelante, este fenómeno no es algo que dependiera de un factor aislado, sino de varios avances tecnológicos que coinciden y hasta compiten.
El proceso de desarrollo de los lectores de libros electrónicos había sido lento en comparación a otras plataformas, como las que se han creado para distribución de música y video en la red. Algunos expresaban dudas de que el simple texto de los anticuados libros pudiera competir en un mundo mayormente audiovisual.
Pero hace años que el fenómeno Amazon ha demostrado que hay espacio para los libros en la red. Fue precisamente esa compañía --entre las pioneras de venta de mercancías en Internet-- que formuló el primer lector exitoso en el "Kindle". La cadena de librerías Barnes & Noble no tuvo más opción que competir, lanzando el "nook" para distribuir libros electrónicos en su catálogo.
Google ha digitalizado cantidad de libros que se pueden leer de manera electrónica y la innovadora compañía Apple terminó de dar el golpe de gracia con su iPad.
El resultado es que hay ahora cantidad de computadoras estilo "tabletas" que junto a la variedad de teléfonos inteligentes permiten llevar los libros digitalizados adonde una vaya.
A esto le ha seguido
la apertura de medios (incluyendo grandes cadenas de distribución como Amazon y B&N) para que un autor pueda publicarse a sí mismo por la vía electrónica, algo que ha llevado ya en Estados Unidos a los primeros "bestsellers" en la categoría electrónica y al nuevo fenómeno de la novela electrónica de 99 centavos de dólar.
Llamémosle literatura a descuento.
Estas novelas, generalmente cortas, giran en torno a romances, historias de acción y suspenso que ofrecen fácil entretenimiento y se venden a precio de descuento. Debido a la eliminación de los intermediarios de la industria del libro pueden generar regalías razonables para un autor que consiga un público.
Hay también sitios y programas que permiten que un autor ponga su propio libro a la venta en los diferentes formatos del medio electrónico, y esto a bajo o ningún costo por adelantado.
Claro está, esta tecnología ha llegado primero a los lectores y escritores anglosajones y es notable, en particular, el atraso de la industria de libros en español en aceptar esta transformación digital.
Yo, que tengo ya uno de esos lectores electrónicos, he notado la carencia de títulos en español, incluso obras conocidas de autores en las listas de más vendidos en el entorno hispanohablante.
En nuestro mundo, igual que ha sucedido en el anglo, este empuje hacia los libros electrónicos probablemente se originará
entre autores independientes que tienen poco que perder, y mucho que ganar, en subirse al bote antes de que se vaya del puerto. Yo estoy dispuesto a hacerlo y exploraré esa opción a mediano plazo.
Igual que con toda nueva tecnología habrá mucha experimentación y, por qué no decirlo, muchos "libros basura" en los anaqueles electrónicos. Pero, por fortuna, el lector podrá probar esos textos y decidir cuáles autores apoyar con sus centavos. Los formatos principales de libros electrónicos permiten que el lector lea una buena porción antes de decidir si los compra.
Todo eso me parece algo muy prometedor para las nuevas voces y para los lectores que buscan perspectivas y estilos distintos a las de los autores de siempre.
Día llegará en que los libros --llámense estos de crónica, poesía, cuento o novela -- se publicarán primero por la vía electrónica y llegarán solamente al papel cuando alguien decida coleccionarlos en sus estantes. Los árboles nos agradecerán.
Ilustración: "Book of a Wizard" by ~st3to.