17 de marzo de 2009

La socialización de los blogs

No reparé en ello hasta que una amiga comentó de las nuevas funcionalidades de los blogs. Cada vez se van convirtiendo más en redes sociales y menos en espacios para el ejercicio de la escritura y lectura en base a intereses comunes.

Si bien es cierto que, desde sus inicios, la blogósfera ha sido un lugar de intercambio, esa interactividad se daba en su mayor parte a través de las secciones de comentarios, un acercamiento que en condiciones idóneas ocurre después de la lectura.

Ahora podemos tener seguidores aunque no nos lean. Y podemos seguir a otros aunque no les leamos. Puede que lo hagamos simplemente por el hecho de que hay un impulso, tal vez natural, a ser recíprocos con quien hace un gesto de amistad -- nos importe o no lo que escribe.

Al ver esto, poco a poco estoy retrocediendo de todo ello.

La socialización artificial corrompe el propósito primordial de la publicación independiente.

Con las nuevas redes se aumenta el tráfico, tal vez el rango de búsqueda y con buena astucia la aparente popularidad cibernética, sin que ello signifique mucho en la calidad de esas relaciones.

Nada de ello es necesario para tener un buen blog.

Al fin y al cabo, los buenos amigos siempre saben dónde encontrarse.

1 de marzo de 2009

Rosa Silverio, escritora: "una mujer que lucha contra diversas realidades"

Dicen que escribir es un acto solitario, pero también puede ser una manera de relacionarse. Puede ser una declaración política. Puede ser una manera de accionar en sociedad. Puede ser una manera de abrir los brazos en vez de cerrar el puño.

Rosa Silverio, haciendo honra a su nombre de pétalos, es un ejemplo de esa escritura abierta que es más entrega que proyección. Ella se ha dado a la tarea --importante, a mi parecer-- de no sólo escribir con pureza de sentimientos, sino también de formar una comunidad de escritores de su generación.

El sitio de Silverio, autora de los poemarios «Desnuda» y «Rosa íntima» entre otros escritos, es un depósito de enlaces, notas y entrevistas que arrojan luz hacia las diferentes vertientes de la literatura de República Dominicana, sólo uno de los puntos de origen que ambos tenemos en común.

Está por sobre todo su escritura, hasta ahora mayormente concentrada en el verso que revela y se rebela: expresando la belleza que a ella le sale a borbotones, y el contraste de una realidad a la que ella le toca, y empuja, los límites.

En esta entrevista que me cedió, Silverio revela más de la escritora detrás de la palabra, aunque parece que ella se siente más cómoda en las vueltas de sus oraciones que en el ir y venir de las preguntas y respuestas. Con todo, es fácil dejarse llevar por ella en el viaje a su interior, el lugar donde ella rompe con todo lo que le aprisiona.

-Aparte de escritora, ¿quién es Rosa Silverio?

No sabría cómo definirme porque todos somos algo más que un simple concepto y en mi caso puedo ser una persona bastante compleja. Sin embargo puedo decirte que soy una persona sencilla, cercana, trabajadora, emotiva e idealista. No me gustan las etiquetas, ni las poses ni las injusticias. Estoy en constante búsqueda, aprehendiendo las cosas y a mí misma. Cada día me siento más a salvo en mi interior y más angustiada en este mundo. El problema es que adentro a veces se está muy solo, pero últimamente da temor salir.

-He leído algunas cosas de ti. Tú has dicho: “Cuando escribo no soy la hija de, la amante de, la amiga de, la empleada de.” Dices que cuando escribes no eres “algo para tener en propiedad.” ¿Escribes para escapar de tus ataduras? ¿Por qué escribes? ¿Para quién escribes?

Escribo no para escapar de las ataduras sino para romperlas a través de la palabra. Escribo por disfrute, por necesidad, para definirme y encontrarme, para hablar de aquellas cosas que me preocupan y me duelen, para entender la vida, para hacer más soportable la angustia, para contar la historia desde mi mirada, para construir un pensamiento, ¿Para quién escribo? Para mí misma y para todo aquel que quiera leerme, para el que le guste lo que hago.

-¿Cómo empezaste a escribir?

Empecé siendo muy joven, cuando me di cuenta de que a través de la escritura podía canalizar mis inquietudes. De pequeña me gustaba escribir relatos que luego leía a mi familia y más tarde comencé a enviar a algunos concursos. Con la poesía el asunto fue distinto ya que mis primeros poemas no los compartía con nadie e incluso llegué a pensar que no tenía ninguna habilidad para ese género, pero pudo más la pasión y mi necesidad de comunicarme y escudriñar el mundo a través de la palabra.
Empecé a publicar joven, antes de entender bien este oficio y sin tener la madurez necesaria, motivada por el escritor José Enrique García, a quien le estoy muy agradecida. Con el tiempo me he preocupado por investigar y aprender todo lo que he podido sobre este oficio tan exigente, y claro, no he dejado de escribir ni de vivir. Espero que en unos años tenga algo de lo que me sienta más conforme, más depurado, que sea el reflejo de mi comunión con la escritura.

-¿Por qué escribes más poesía que prosa?


En realidad también le he dedicado tiempo a la prosa. Lo que sucede es que por el momento aún esos textos están inéditos. Si supieras que empecé escribiendo narrativa y luego fue que comencé a escribir versos. Lo que pasa es que la poesía es un género muy demandante, que me apasiona muchísimo y por eso he decidido dedicarle mucho tiempo, por lo menos hasta sentir que estoy encaminada hacia el tipo de poesía que quiero hacer. Aunque no he dejado de escribir narrativa. Tengo una novela inédita de más de doscientas páginas que una vez pensé publicar y estuve en ello. Dos personas que la leyeron me alentaron mucho, pero algo dentro de mí me decía que todavía no estaba lista para dar ese paso (probablemente esa voz interior me salvó de un error) así que al final me eché hacia atrás y he decidido dejar ese texto sin publicar, lo tomaré como ejercicio. Lo que sí me ilusiona es publicar mis cuentos en algún momento. También estoy por trabajar otra historia larga pronto (aunque no necesariamente vea la luz).

-Espero no sacar tus versos de contexto, al tomar prestadas algunas de tus palabras: Desnuda eres violenta, tan fuerte como el puño que a veces te golpea y luego regresa a exigir una caricia. Hay erotismo en tu poesía, pero también hay protesta. Parece que a veces te debates entre la realidad de las paredes de tu casa --o de aquel inmenso barco en que te acompaña una rata-- y tus aspiraciones de realización. ¿Me equivoco?

Soy una mujer que lucha contra diversas realidades y que ha hecho de la escritura una de sus armas o un refugio, según sea el caso. Para mí no ha sido fácil entender muchas de las cosas que he tenido que vivir y presenciar, así que quizás por eso percibes ese debate entre la realidad que me corresponde y mis aspiraciones de realización.

-¿Cuáles son tus libros y autores favoritos? ¿Por qué te gustan?


Dentro de los libros que me resultan memorables están: “El Proceso” de Franz Kafka, “Crimen y castigo” de Fiodor Dostoievsy, “El corazón es un cazador solitario” de Carson McCullers, “La mancha humana” de Philip Roth, “El dios de las pequeñas cosas” de Arundhati Roy, “El rey Lear” de William Shakespeare, “Desgracia” de J. M. Coetzee, “Rayuela” de Julio Cortázar, “Paisaje con grano de arena” de Wislawa Szymborska, “Poesía completa” de Fernando Pessoa, “La tierra baldía” de T. S. Eliot, “Réquiem y otros poemas” de Anna Ajmátova, “Poeta en Nueva York” de Federico García Lorca. También la obra de Virginia Woolf, Simone de Beauvoir, César Vallejo, Franklin Mieses Burgos, Jeanette Miller, Pedro Antonio Valdez, Horacio Quiroga, Juan Rulfo, Yasunari Kawabata, Sylvia Plath, Anne Sexton, Juan Bosch, John Keats, y muchísimos escritores más.

Me gustan estos libros y autores porque a través de ellos puedo acercarme al mundo y entenderlo, pero sobre todo porque me han conmovido, me han enseñado y junto a ellos he madurado.

-Tu blog es el mejor recurso que conozco en internet sobre literatura dominicana contemporánea. Tienes una colección de entrevistas, notas y enlaces que me ha ayudado a familiarizarme, desde la distancia, con lo que se escribe allá. ¿Cuáles ves como los temas y tendencias de la literatura actual en República Dominicana?

Mi blog intenta ser una ventana no sólo hacia mi escritura sino también hacia literatura dominicana. Me alegra saber que a gente como tú le resulta útil.
Con relación a los temas y tendencia de la literatura actual en República Dominicana mi percepción es que todavía sigue prevaleciendo el tema trujillista y es uno de los que más vende, pese a que muchos ya estemos cansados y ansiemos libros que nos hablen de otras realidades más actuales de nuestro país. Sin embargo, reconozco que es difícil liberarse de la sombra de una dictadura que tanto estrago causó.

Hay autores que están escribiendo sobre otros temas como el barrio, el burdel, la ciudad, las drogas, el desarraigo y la inmigración. Dentro de esos autores están Pedro Antonio Valdez, Frank Báez, Rita Indiana Hernández, Juan Dicent, Homero Pumarol y otros como tú que tienen una obra muy interesante.

Creo que actualmente hay una tendencia a liberarse de las sombras del pasado, se apuesta por un lenguaje más desenfadado y descarnado, por experimentar con nuevas formas, persisten los textos líricos y los temas tradicionales, pero también hay un grupo de escritores trabajando en nuevas propuestas y acercándose a través de la escritura a la realidad de nuestro tiempo.

-¿Cómo es la vida de una escritora en República Dominicana?


Te puedo asegurar que no es un cuento de hadas. Tampoco es como esas postales o revistas en las que aparecen las caribeñas bajo una palmera tomando piña colada. Para mí ha sido muy difícil y doloroso como mujer y como escritora. Cada día debo lidiar con los prejuicios, las vejaciones y situaciones en las que un hombre escritor no estaría. Gracias a este oficio y al ser dominicana descubrí que el respeto no era algo a lo que se tenía derecho desde que uno nacía. Pensaba que por el sólo hecho de ser persona ya merecíamos un trato digno. Pero me he dado cuenta de que en el medio literario es difícil ganarse un mínimo de respeto y que es muy fácil perderlo.

Ahora bien, independientemente del sexo, no es fácil ser escritor en este país debido a todas las limitaciones que tenemos y la más grave es la falta de una buena educación porque nuestro sistema educativo es muy malo. Además de eso está la falta de un buen fondo bibliográfico en las bibliotecas y librerías, la inexistencia de una industria editorial y el clima muchas veces poco solidario. Pero todo eso puede trascenderse si se tiene el espíritu positivo y se persevera. Y con relación a los escritores, creo que entre nosotros es posible mantener una relación cordial si nos atrevemos a “abrir el puño”.

-¿Y tú? ¿Hacia adónde vas con tu barco de letras?

Antes mi barco viajaba mucho, atracaba en distintos puertos, pero con el tiempo ha preferido irse mar adentro. Ahí estamos más seguros.

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