29 de julio de 2007

Soñar lo imposible.



La primera vez que vi el musical «Hombre de la Mancha» («Man of La Mancha») me pareció repulsiva la distorsión significativa de una obra como Don Quijote. La próxima vez fue una de esas madrugadas en las que, agripado, mi cuerpo estaba dispuesto a tolerar cualquier cosa, excepto el sueño. Hubo tercera y cuarta veces porque llegué a encontrar en este traslado al cine de la representación teatral un poder de renovación que habla mucho de la buena literatura.

Los personajes memorables, como sin dudas lo es el caballero andante de La Mancha, trascienden su obra porque en verdad preceden a la obra. Son independientes de ella. Son prototipos de ideales humanos que bien podrían desprenderse hasta nosotros desde ese mundo de ideas que formuló Platón. Por ello son reales en otro plano, aunque nunca existieron en el mundo de los sentidos.

Eso explica por qué la distorsión de la obra en aquel musical magistral --filmado en 1972 bajo la dirección de Arthur Hiller y con la actuación de Peter O'Toole y Sophia Loren-- encarna todavía la misma fuerza que le ha dado vida a este personaje milenario. Es como ver a Don Quijote contado desde el punto de vista de Broadway, con ciertas afectaciones de ese ambiente y de la cultura anglosajona, pero con el mismo vigor de aquella entidad que conocimos primero a través de la pluma de Miguel de Cervantes.

El clímax de esta representación se da con la sentida interpretación de la canción «The Impossible Dream» («El Sueño Imposible») que escribió Joe Darion para la adaptación. No parece extraño oir estas palabras, que a mi me despiertan un fuego interior y por eso traduzco aquí, saliendo de una encarnación dramática del Caballero de la Triste Figura:


Soñar el sueño imposible;
Combatir al enemigo invencible;
Soportar con pena insoportable;
Lanzarse adónde el valiente no va.

Corregir el entuerto incorregible;
Amar puro y casto desde lejos;
Tratar cuando tus brazos están muy fatigados;
Alcanzar la estrella inalcanzable.

Esta es mi búsqueda;
Seguir esa estrella,
Sin importar qué tan fútil sea,
Ni qué tan lejana esté.

5 comentarios:

RECOMENZAR dijo...

Muy interesante tu blog, volveré

ninoska - mangulina dijo...

Me gusta el texto y la manera como describes tu predileccion por el musical.

ninoska mermoud-santiago

Sol dijo...

'No parece extraño oir estas palabras, que a mi me despiertan un fuego interior...'
Me gusto eso.
Beso,

Joselu dijo...

Ha habido múltiples versiones de la figura de Don Quijote en el cine. Yo mismo colecciono vídeos y DVD's de películas que tienen al hidalgo manchego como protagonista. No tengo la que tu comentas, pero la conseguiré. Cada director le aporta algo nuevo porque el ingenioso hidalgo tiene algo de universal que dice algo a cada cultura y cada tiempo que se enfrenta a él. Dentro de un siglo será igual, como Hamlet o Ulisses. Son prototipos del espíritu humano.

Silvia Porras dijo...

Cuando escuche esa cancion inmeditamente capto, capturo... le puso nombre a mis ansias de vuelo, y aqui estoy deshaciendo entuertos!

Publicar un comentario

Gracias por su comentario. El moderador se reserva el derecho de borrar comentarios que sean promocionales o constituyan ataques o abuso de esta plataforma.

Más leídas hoy

Más leídas del año

Girando en la blogósfera